Prueba y opinión del Skoda Kodiaq: interior, precio, maletero y cómo va

2022-12-02 19:48:46 By : Mr. Ken Xu

Ponemos a prueba el SUV más señorial de Skoda, con permiso del eléctrico Enyaq, y analizamos el mejor motor y equipamiento disponible.

El Skoda Kodiaq presentaba el pasado año una leve renovación, que lo actualizaba en pequeños puntos importantes. Lo único que se le echaba en falta era algún motor que al menos tuviera la etiqueta Eco, pero seguía manteniendo una buena funcionalidad interior que le convierten en una de las grandes opciones entre los SUV de siete plazas. Vamos a coger el bisturí y a analizarle por completo.

Toda la información sobre este Skoda Kodiaq

Estas fueron las primeras imágenes de este Skoda Kodiaq

Lee la prueba del anterior Skoda Kodiaq

No se puede decir que la renovación de este Skoda Kodiaq fuera muy profunda. Pequeños retoques aparecían en el frontal para faros (estos podían incluir por primera vez unos de tipo matricial), parrilla y paragolpes, operaciones que también se realizaban en la zaga, que presenta una forma diferente de ubicar la denominación del modelo.

Las medidas en estos casos no suelen variar, por lo que el Skoda Kodiaq se mantiene en 4,69 metros de largo, siendo el SUV más grande de la marca y quedando apenas un centímetro por encima del Skoda Octavia Combi, su gran alternativa dentro de la propia marca como más adelante analizaré.

Me siento a los mandos del Skoda Kodiaq y todo me resulta familiar. La estructura del salpicadero se ha mantenido tras esta renovación, pero con pequeños retoques que lo hacen más moderno. Por ejemplo, el volante es el que estrenó en su momento el Skoda Octavia (en la foto con tres radios pero ahora es de dos) con unas levas de plástico tirando a pequeñas, aparece el panel de instrumentación digital (es un opcional con este acabado Style y es personalizable) y se incorpora una nueva pantalla multimedia de 9,2 pulgadas denominada Columbus (otro extra). En las fotos verás una más pequeña, la Amundsen de 8 pulgadas cuyo navegador tardaba un poco en cargar. Y que no se me olvide que se cambió el pomo de la transmisión por este de imagen más sofisticada.

Por tanto, no estamos ante el salpicadero más moderno de Skoda, pero como siempre están todos los elementos muy ordenados y hay pocos botones para no saturar. Otro aspecto que se mantienen son sus buenos ajustes, así como los materiales utilizados acordes al precio pagado. Todo ello acompañado por muchos huecos para guardar o dejar objetos, destacando esa doble guantera delante del copiloto, y faltando un cargador inalámbrico para móviles, tan de moda actualmente.

Los asientos que equipa el Skoda Kodiaq en este acabado Style me parecieron cómodos para realizar grandes viajes, contando con ajuste eléctrico y memorias. La única pega que les pondría es el cuero beige que tenían, porque es más difícil de mantener su color original (ya se notaba un poco en esta unidad). Desde ahí tendremos una buena visibilidad por su altura y por los grandes ventanales del SUV checo.

Al cambiar la zona delantera por la trasera de este Skoda Kodiaq me doy cuenta que las puertas hay que cerrarlas con fuerza. Esto no se debe a un defecto del coche, sino que es provocado por las protecciones de plástico que salen cuando las abrimos para no rallar a los aparcados a nuestro lado. Y ya que estoy hablando de ellas, hay que valorar el gran ángulo que ofrecen, facilitando mucho el acceso o la maniobra de colocar los niños en sus correspondientes asientos.

Con el metro en la mano podemos decir que este Skoda Kodiaq está entre los mejores en su categoría en el espacio para las piernas (apenas se queda a 3 cm del líder Kia Sorento) y en anchura (aquí un poco más lejos del SsangYong Rexton). Y teniendo en cuenta esa última me da pena que no se haya intentando buscar las tres plazas independientes, con sus correspondientes ISOFIX, con una plaza central que además acusa un alto túnel en el suelo. Solo se quedaría por detrás en la medida en altura.

Eso en cuanto a la segunda fila, pero en este Skoda Kodiaq tenemos una tercera que añade otros dos asientos más. Si vas a utilizarla yo te aconsejo deslizar la del medio (tiene mucho juego ya que se mueve casi 20 cm) para dejar espacio para las piernas, ya no que no hay mucho y el piso está bastante alto. Al menos se recogen bien, dejando un piso del maletero bastante recto y con una capacidad de 560 litros (650 para los de cinco plazas). Teniendo en cuenta esto último, piensa bien si de verdad lo vas a necesitar porque el espacio que resta es notable.

Sin duda que este Skoda Kodiaq es un coche que invita a viajar, empezando por esa comodidad resaltada de los asientos y siguiendo por la funcionalidad que ofrece para hacerlo en familia con ese gran interior con el que cuenta. Pero ahora toca estudiar cómo lo hace y en nuestro caso, a bordo del motor 2.0 TDI de 200 CV, asociado tanto al cambio automático DSG como a la tracción total.

Este propulsor en concreto va más que sobrado para mover a este Skoda Kodiaq, aunque lo lleves cargado hasta arriba. Aunque a veces, dependiendo del modo de conducción escogido pueda parecer algo más perezoso. Por ejemplo, circulando con los Eco, Comfort o Normal, creo que los desarrollos de la DSG retienen un poco al coche buscando mejores consumos y perdiendo algo de brío. Esta sensación desaparece en cuanto lo colocas en el Sport, que quede claro.

Indagando un poco más en los citados modos, en el Eco el Skoda Kodiaq activa en muchas ocasiones la desconexión de la caja de cambios para ahorrar en consumos, algo que veo ideal para cuando realizamos tramos por entornos urbanos en donde lo normal es estar en torno a los 7,5 litros (medido sin activarlo). Esta funcionalidad yo la encendería más veces cuando circulamos con los Comfort o Normal, pues apenas se nota su funcionamiento y estiraremos más la autonomía del depósito.

Esta unidad de pruebas del Skoda Kodiaq también contaba con la suspensión avanzada DCC y se nota mucho. Volviendo a los modos, en Comfort la sensación es muy esponjosa, idónea para devorar kilómetros sin parar, mientras que en Sport trabaja mejor los balanceos ofreciendo un tacto más dinámico.

Si te quieres liar un poco más la manta a la cabeza siempre te quedará el Individual en el que se permite cambiar lo siguientes parámetros del Skoda Kodiaq: suspensión DCC, la dirección, la respuesta del motor, el funcionamiento del ACC, el asistente de iluminación o como trabaja el climatizador.

Pero la cosa no acaba aquí querido lector. Al tratarse de una variante con tracción total, el Skoda Kodiaq suma tecnologías como el control de descenso automático o modos como el Snow y el Off-road. Con este último encontrarás una pantalla específica en la multimedia con brújula, altitud o temperatura del aceite. Esta característica hace que nuestro protagonista tenga una dirección un tanto ligera (con el Sport desaparece esta sensación) y que vaya un poco más alto de la cuenta en asfalto, algo que el DCC trabaja muy bien para no balancear en las curvas.

Antes de acabar este apartado con los consumos obtenidos durante los días que estuve con el Skoda Kodiaq hay que destacar el buen desempeño de los frenos, con una mordiente correcta para la masa que movemos. Respecto al gasto, el resultado final fue de 6 litros clavados (buena puntería) aunque con matices. En rutas favorables a ritmos constantes se puede bajar a 5,2 litros sin problemas, pero en cuanto encontramos algún atasco o más dificultad en el terreno se me iba a los 6,4 litros.

Tras este análisis profundo del Skoda Kodiaq por dentro y en su comportamiento toca buscar su motor y equipamiento ideal. Y de primeras creo que habría que descartar los motores diésel, tanto el probado como el de TDI de 150 CV por el alto coste que tiene actualmente el combustible y que se acrecienta por el hecho de que son más caros de partida.

Por tanto esto nos lleva irremediablemente a decantarnos por los TSI. El de 150 CV me parece que cumple, aunque su consumo se puede disparar un poco si te animas con el acelerador, y además lo tienes con cambio manual o automático (+3.600 euros) a elegir. Aunque si el presupuesto te lo permite me iría al TSI 190.

Respecto a los acabados, creo que el Style de mi unidad de pruebas está muy bien dotado y apenas necesitarás meterle opcionales (te recomiendo el pack Style). Cogiendo este con el motor arriba elegido el Skoda Kodiaq se quedaría en 48.095 euros, por los 41.795 euros del TSI 150 DSG.

Este Skoda Kodiaq tiene un duro competidor en el Skoda Octavia Combi. El familiar parte con la ventaja de ser más moderno, por lo que cuenta con una imagen interior más actualizada además de con más tecnologías de seguridad. Incluso, al estar más pegado al suelo cuenta con una dinámica superior.

Respecto al espacio interior, el Skoda Kodiaq es superior en el espacio para las piernas o en anchura, mientras que en altura es mejor el Skoda Octavia Combi. Y en cuanto al volumen del maletero, el SUV se impone al familiar por apenas 10 litros (en la mejor de las configuraciones de ambos), aunque en el segundo la altura del borde de carga está 15 cm más baja.

Otro aspecto en el que se impone el Skoda Octavia Combi es en su gama de motorizaciones, claramente más moderna y con posibilidad de escoger mecánicas híbridas ligeras o enchufables. Esto y que cuenta con un precio de partida menor a igualdad de propulsor, le hace más recomendable.

Más allá del propio rival que encuentra en su concesionario, el Skoda Kodiaq cuenta con otra serie de rivales a tener en cuenta. Empezando por los de su mismo grupo, con el SEAT Tarraco por precio y quizás algo más dinámico en su comportamiento, o el Volkswagen Tiguan Allspace, un poco más refinado y más caro.

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Otras opciones recomendables podrían ser las siguientes: