Parabrisas | Los cargadores para autos eléctricos y los problemas de ciberseguridad

2022-12-02 19:33:55 By : Ms. Serena shi

Cada vez hay más “surtidores de electricidad” en las principales capitales del planeta. Un informe de una consultora destaca las principales amenazas a las que se expone el usuario al recargar su vehículo.

Sabemos que los gobiernos de todo el mundo están impulsando el paso a tecnologías más ecológicas para combatir el cambio climático y reducir la dependencia de los hidrocarburos. Los autos eléctricos y los híbridos encabezan esta cruzada que, como todas, tiene sus puntos conflictivos. No nos referiremos aquí a la contaminación, a los costos políticos y humanos de la producción de los vehículos amigables con el medioambiente ni a la generación de la energía necesaria para utilizarlos, sino a un tema crucial, la seguridad en los puntos de recarga, los cuales ya se cuentan por decenas de miles en importantes capitales globales.

Noruega construyó una red de 17.000 puntos de recarga, mientras que el Departamento de Transporte de Estados Unidos anunció que hará lo mismo y para ello cuenta con un plan de 5.000 millones de dólares. En Argentina, un mercado muy nuevo que se encuentra en expansión, se espera que para el 2025 haya más de 200 puntos de carga en todo el país.

Pero, al parecer, no es cuestión de conectar el cable “y listo”. Según Check Point Software  Technologies, compañía global especializada en ciberseguridad, las ciberamenazas a los puntos de recarga de vehículos eléctricos podrían frenar su expansión.

Cuando los usuarios cargan sus vehículos también hay una conexión de datos entre el vehículo y su centro de generación eléctrica. Las estaciones de carga están conectadas a Internet y, como cualquier otro dispositivo IoT (internet de las cosas), son vulnerables a las acciones de los ciberdelincuentes. Si un atacante puede acceder a un centro de carga, podría generar graves problemas tales como, por ejemplo:

Riesgo para la seguridad del usuario: a través de un punto de carga de un vehículo eléctrico, un ciberdelincuente podría acceder al sistema de gestión del motor de un automóvil y comprometer la seguridad, el rendimiento o inutilizarlo por completo. Por ejemplo, si el vehículo en cuestión fuera una ambulancia, los retrasos podrían suponer una amenaza seria.

Comprometer la red de recarga de vehículos eléctricos: los ciberdelincuentes podrían dejar fuera de servicio toda una red de centros de recarga aprovechando una sola vulnerabilidad en un único dispositivo. Esto podría significar una pérdida de ingresos para el operador, así como un trastorno incalculable para la red de autovías.

Pérdidas comerciales: además de apagar una red de centros EV, los ciberdelincuentes podrían acceder al software de gestión del operador y soltar un ransomware (secuestro de datos) con el consiguiente daño financiero y de reputación. Además, muchas flotas comerciales se están convirtiendo a la energía eléctrica y un intruso podría inutilizar toda una operación de reparto simplemente con una computadora portátil.

Sistemas de pago: otra acción sería la de poner en peligro el sistema de pago de un centro de distribución de vehículos eléctricos, lo que supondría una pérdida económica importante tanto para el conductor o el operador de la red.

Según datos de Check Point Research se dado un aumento del 59 por ciento en los ataques de ransomware a nivel global. 

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